Las barreras que enfrentan las mujeres en tecnología
Si bien hay barreras para las mujeres en distintas disciplinas profesionales, aquellas que se forman en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, por sus siglas en inglés) se enfrentan con muchas cuestiones que las alejan de estudiar y de seguir recorridos en tecnología; es decir, barreras que experimentan no solo antes de elegir una carrera, sino también durante su realización y, posteriormente, en su inserción en el mercado laboral.
Estas se encuentran descritas en “Un potencial con barreras: la participación de las mujeres en el área de ciencia y tecnología en Argentina”, informe de Chicas en Tecnología, una organización sin fines de lucro cuyo propósito es reducir la brecha de género en tecnología en América Latina. Por eso, advertir cuáles son es un primer paso para comenzar a generar oportunidades que incluyan a todas las personas por igual, sin distinciones.
“9 de cada 10 niñas (entre 6 y 8 años) asocian a la ingeniería con afinidades y destrezas masculinas, aunque tanto niños como niñas opinan que las cuatro disciplinas STEM pueden ser desempeñadas tanto por varones como por mujeres”. Este dato se desprende de una investigación realizada en 2017 por la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina (FLACSO Argentina) con la Asociación Civil Chicos.net y el apoyo de Disney en Latinoamérica.
Entonces, ¿cuáles son las barreras que impiden su acceso y permanencia?
En su informe, Chicas en Tecnología las identifica tanto en la elección y realización de una carrera académica como en el ámbito laboral.
BARRERAS DE ELECCIÓN
Que motivan el desinterés
Los estereotipos sociales y culturales juegan un rol clave, ya que retratan a los científicos, ingenieros e innovadores “ideales” como hombres. A su vez, la influencia de la tradición familiar sobre las carreras heredadas y que se consideran convencionales también condiciona las decisiones finales a la hora de elegir.
Por otro lado, existen factores de socialización, comunicacionales y pedagógicos que contribuyen a que las mujeres subestimen sus propias habilidades para las disciplinas STEM. Y, por último, la escasez de referentes femeninas con roles científicos visibles e influyentes, es decir, la ausencia de modelos a seguir, termina de empañar un panorama que se muestra hostil para las mujeres.
“Faltan referentes locales que puedan ser cercanas a las realidades y a los contextos en donde viven las chicas. No porque no existan, sino porque no están visibilizadas, o no tienen los lugares para mostrarse como tienen los hombres con esas características. Es muy importante visibilizarlas porque eso es lo que habilita a que cada vez más jóvenes puedan inspirarse con sus historias y seguir ese tipo de recorridos”, explicó Paula Coto, directora ejecutiva de Chicas en Tecnología.
BARRERAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO
De acceso y finalización
La cantidad de mujeres inscriptas en carreras STEM es considerablemente menor que la cantidad de hombres. La ausencia de acompañamiento por parte de las redes de pertenencia, que asocian estas disciplinas con lo masculino, es una de las razones de la escasez de alumnas y docentes. En los ámbitos académicos faltan mentoras, además de estrategias institucionales y tutorías que acompañen y retengan a las estudiantes a lo largo de su formación universitaria.
Para el abordaje cualitativo del informe se realizaron sesiones de grupos focales (focus groups) y entrevistas en profundidad individuales con mujeres referentes en STEM divididas en grupos de edad (mayores y de menores de 35 años).
En general, de los testimonios de las mujeres entrevistadas surge que al ser pocas, las estudiantes son fácilmente identificables y, en ocasiones, pueden personalizarse ciertos tratos intimidatorios, reforzando la discriminación y los estereotipos frente al alumnado. Esto podría traducirse en una menor autoconfianza en sus habilidades y logros, a pesar de desempeñarse en los mismos niveles que sus pares del sexo opuesto.
“En 2020, en América Latina, se necesitaron un millón de profesionales y solo se formaron unos 100.000 en estas áreas. Para 2030, se necesitarán diez millones de profesionales. Pese a la falta, las mujeres y otras diversidades quedan relegadas. Es fundamental incluirlas en este recorrido, y que generen la tecnología en la que construimos nuestro presente y futuro”, expresó Coto.
BARRERAS EN EL MERCADO LABORAL
En el acceso y el progreso profesional
Si bien están presentes en distintas disciplinas profesionales para el género femenino, estas barreras resultan notorias para las mujeres en los ámbitos de trabajo STEM, en donde su escasa presencia en puestos jerárquicos y roles de liderazgo, el ambiente de trabajo masculinizado, las estructuras sin equilibrio entre la vida personal y profesional, la ausencia de paridad salarial y el doble esfuerzo para ser escuchadas y hacer valer sus intervenciones son solo algunos de los obstáculos más visibles.
Además, los juicios de valor sobre el aspecto físico, la desconfianza de los jefes en las capacidades técnicas y las asignaciones no equitativas de las responsabilidades se suman a las barreras que alejan a las mujeres de los puestos laborales en ciencia y tecnología y las llevan a dedicarse a tareas que nada tienen que ver con esas disciplinas.
POR QUÉ ES IMPORTANTE
La pluralidad de voces es fundamental en todos los ámbitos y resulta clave en lugares donde se crean y diseñan las soluciones tecnológicas que se utilizan a diario. Limitar las visiones en este campo no permite identificar la totalidad de necesidades presentes en la sociedad. “La importancia de las disciplinas STEM crece a pasos agigantados, el mundo en el que estamos nos pide una intervención urgente”, agregó Carla Arias, líder de Formación y Desarrollo de Chicas en Tecnología.
Entendiendo la importancia de esta problemática, y en el marco del estreno de PANTERA NEGRA: WAKANDA POR SIEMPRE, Chicas En Tecnología lanzó Potencia tu Futuro con el apoyo de Disney, un programa de 70 becas en programación Full-Stack.
Podrán postularse jóvenes que se identifiquen con el género femenino de 16 a 21 años y que vivan en países hispanohablantes de América Latina. El programa busca reducir la brecha de género en tecnología en la región y ampliar las oportunidades de las adolescentes para que puedan formar parte del ámbito laboral tecnológico.
Las interesadas pueden inscribirse en este link. (https://chicasentecnologia.org/) Aquellas que resulten seleccionadas realizarán una certificación online de 11 meses para formarse en habilidades digitales que les permitirán realizar el desarrollo integral de sitios web. Las capacitaciones incluyen módulos de frontend y backend, y de herramientas y lenguajes como HTML, CSS, Boostrap, Javascript, React.js, JPA y Thymeleaf, entre otros.
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